La misión de la Iglesia de la Ciencia Cristiana es bendecir a toda la humanidad mediante la comprensión de Dios y el poder curativo de la oración. El pecado, o cualquier cosa que no sea Dios, debe ser expulsado para que se produzca la curación.
Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, escribió: "Antiguamente, los seguidores del Cristo, o la Verdad, medían el cristianismo por su poder sobre la enfermedad, el pecado y la muerte; pero las religiones modernas generalmente omiten todos estos poderes menos uno: el poder sobre el pecado." Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 142:4–8
La iglesia de la Ciencia Cristiana enseña que, "El pecado es perdonado sólo en la medida en que es destruido por el Cristo, la Verdad y la Vida." Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 5:24–25
Jesús sanó la enfermedad y el pecado. Sus curaciones fueron el resultado de comprender las leyes espirituales que cualquiera puede aprender y comprobar. Descubra más en nuestro libro de texto de sanación, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras.
"Jesús estableció en la era cristiana el precedente para todo cristianismo, toda teología y curación. Los cristianos están bajo órdenes tan directas ahora, como lo estaban entonces, de ser semejantes a Cristo, poseer el espíritu-Cristo, seguir el ejemplo de Cristo, y sanar a los enfermos así como a los pecadores. Le es más fácil al cristianismo echar fuera la enfermedad que el pecado, porque los enfermos están más dispuestos a deshacerse del dolor que los pecadores a abandonar los así llamados pecaminosos placeres de los sentidos. Los cristianos pueden comprobar esto hoy tan fácilmente como fue comprobado hace siglos."
Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 138:16
La Oración Diaria de la Ciencia Cristiana: "Será deber de cada miembro de esta Iglesia orar diariamente: 'Venga Tu reino'; haz que el reino de la Verdad, la Vida y el Amor divinos se establezca en mí, y quita de mí todo pecado; ¡y que Tu Palabra fecunde los afectos de toda la humanidad, y los govierne!" Manual de la Primera Iglesia de Cristo Científico en Boston, Massachusetts, pág. 41